
La Magdalena fue, durante los años que precedieron a la
fundación, el lugar donde Luis Amigó escribió el proyecto de vida de los
amigonianos. Por eso en este aniversario, se ha convertido en el corazón de la
fiesta.
La Eucaristía de acción de gracias estuvo presidida por el
Superior General de la Congregación, P. Marino Martínez, quien estuvo
acompañado por el Vicario General, P. José Oltra, y por los Superiores de las
cuatro provincias que conforman la Congregación: Provincia Luis Amigó,
Provincia San Francisco, Provincia Buen Pastor y Provincia San Jose.
También participaron, en representación de los laicos amigonianos,
los presidentes de Cooperadores Amigonianos de España, Argentina y Colombia. En
la iglesia del convento faltó espacio para la gente que quiso vivirlo en
primera persona y, apretados en los bancos y con un buen número de sillas
colocadas en todos los espacios posibles, se pasó de 350 personas. No faltaron
los miembros de la corporación de Massamagrell. También asistieron D. Manuel
Dolz, fiscal del Tribunal Supremo, Da María Vicenta Mestre, Vice-rectora de la universidad
de Valencia y D. Andrés Muñoz, Presidente de la Fundación Santa Rita.
El coro infantil y profesores de las Escuelas Profesionales
Luis Amigó de Godella, profesores del colegio y miembros de la Parroquia de
Monte-Sión, educadores y jóvenes de la Colonia S. Vicente Ferrer, cooperadores
amigoniano participaron activamente en esta celebración
El Padre General quiso destacar en su homilía la figura del fundador
de la Congregación: "una obra que tuvo como instrumento a un hombre que se
fió de Dios y que en su vidalo transparentó; una obra que continuamente ha
gozado de su vital y amorosa presencia, y que en los momentos más difíciles de
su caminar, ha sentido el bálsamo confortable de su asistencia".
Además, el P. Marino Martínez hizo especial hincapié en el trabajo
llevado a cabo por los Amigonianos en estos 125 años: "A pesar de los
avatares de su misma historia, no ha cesado de crecer con la presencia amorosa
y tierna de cada uno de los religiosos que nos precedieron en esta fe y en este
carisma, desde los pioneros, los que abrieron caminos y nos dejaron su legado,
los que le dieron madurez a un carisma singular como el evangelio en el
ejercicio de su compromiso de vida, con aprendizajes significativos que han ido
conformando nuestra historia, la que hoy con gozo celebramos".
Tras la Eucaristía, todos los asistentes se trasladaron a
las Escuelas Profesionales Luis Amigó, donde se procedió a la quema de una
festiva mascletá del pirotécnico Vicente Caballer, en homenaje, según sus
palabras, a todos los que han sido amigonianos durante estos 125 años de
historia y nos contemplan desde el cielo. Por último, los asistentes compartieron
una comida fraterna, en la que degustaron la tradicional paella valenciana.
Más información y vídeos de ésta celebración ingresa www.amigonianos.org
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